Bajo estas cuatro letras se encuentra todo un mundo de fantaía y diversión. Nada más y nada menos aquel que durante más de 80 años lleva engatusando (o enratonando) a niños y mayores: Mickey Mouse Club House.
Bueno, lo de Mickey Mouse seguramente no haya que explicarlo, pero lo de Club House sí. Se creó como una serie animada más de la factoría Disney basada, obviamente, en Mickey y sus amigos y hoy día goza de buena salud entre el mundo del juguete. Es lo que se llama una marca dentro de otra. Disney es una marca que comercializa Mickey Mouse Club House (en adelante MMCH), osea, otra marca.
En España, y de momento, uno de sus mayores distribuidores es Famosa. Aunque otras marcas se encargan de distribuir juguetes producidos por la inagotable fuente que es Mickey con la seña MMCH, Famosa posee un producto que es piedra capital en las campañas de Navidad y Reyes desde hace por lo menos dos años. Sí, lo han adivinado: La Casa de Mickey.
Es curioso para mí, aún, como hay gente que desconfía o no entiende, que recela sobre manera de la manera de actuar estos productos en estas fechas. Se escuchan razonamientos como estos:
"Quise comprar la casa de Mickey a prinicpios de diciembre, ¡prontísimo!, y ¡ya estaba agotada! Tuve que comprarla por Internet a un precio mucho mayor que el original en tiendas... Y el quince de enero vi las teindas, de nuevo, llenas de ellas a su precio normal. Qué vergüenza."
Es comprensible la indignación del usuario, pero también lo es el que se acabe un producto tan demandado en un espacio de tiempo tan pequeño.
Oferta y demanda: durante 365 hay, pongamos, 20.000 casas de Mickey -por decir una cifra-, pero sólo se demandan unos cientos en los primeros meses del año. Pasa el tiempo con una demanda similar, hasta que llega noviembre, donde la demanda se dispara. Y es que en dos meses hay miles de niños pidiendo el mismo producto, con lo que las existencias se agotan a un ritmo exponencialmente superior al que se agotaban en un período de unos, pongamos, diez meses. En 15 días se venden la mayor parte de casas que estaban programadas para todo el año.
¿Solución? ¿Hacer más casas? No. Error. Aunque parezca mentira, el fabricante sabe -no vamos desde aquí a enseñar economía a nadie- que si fabricara más se produciría el mismo problema. Por no hablar de que tiene más productos de los que preocuparse... Y es que el usuario, como no podía ser de otra manera, mira las cosas desde punto de vista... Que para eso es el suyo.
Así que anímense y acudan prestos a sus establecimientos, parece que ya está empezando la demanda en masa... Prueben buscándola aquí.
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